Han pasado 2 días. Durante todo este tiempo nos lo estamos pasando todos
juntos muy bien. Abraham ya ha acabado de grabar los temas aquí, en Madrid y
ahora falta ir a Barcelona, para grabar un videoclip. Tenía ganas de saber cómo funcionaba eso de grabar canciones, pero ahora tengo muchas ganas de
saber cómo funciona lo de grabar videoclips. No iremos a Barcelona en una semana y
media, más o menos. Daniel, Víctor y Paula se vendrán con nosotros.
Acabamos de cenar y a Víctor se le ocurre una magnífica idea.
-Ey, chicos, ¿queréis que vayamos al cine?
-Buena idea –decimos en general.
Nos duchamos, nos arreglamos y nos vamos al cine.
-¿Qué película queréis ver? –dice Daniel.
-Yo quiero ver la película que quiera mi chica –dice Abraham.
Qué tierno que es.
-Yo quiero ver una de amor –digo.
Todos quieren ver una película de amor.
Entramos y nos sentamos en este orden: Daniel, Paula, Víctor, yo y Abraham.
Abraham me coge de la mano.
-No quiero soltarte en toda la película –dice susurrándome al oído.
-Yo tampoco, no te voy a soltar.
Me voy acercando poco a poco a Abraham hasta que finalmente apoyo mi cabeza en su pecho.
-La película es preciosa –dice.
-Sí, me encanta.
Me levanta la cabeza y me mira. Baja la vista hasta mis labios y luego la sube hacia mis ojos. Me sonríe. Me da un beso tierno y desencadena en un largo beso de más de un minuto. Cierro los ojos y disfruto de la ocasión.
-No quiero dejar de besarte –dice.
-Yo tampoco. Te amo -digo, y le beso.
Llevamos ya una hora y media de película. Víctor empieza a hablarme. Parece que Abraham se pone celoso.
-¿De qué habláis? –pregunta.
-De la película –dice Víctor.
La verdad es que no sé de qué me estaba hablando, porque no le estaba prestando mucha atención. Quería enterarme de la película y me sabía mal decirle que callara.
-¿De verdad estabais hablando de la película? –me dice Abraham al oído.
-No lo sé, la verdad –le explico lo que ha pasado.
-Ah, vale.
Finalmente se acaba la peli. Salimos y nos dirigimos hacia el hotel. Es tarde pero hay aún mucha gente por la calle. Cómo se nota que estamos en vacaciones. Abraham va delante con Víctor y Daniel, y yo voy con Paula detrás de ellos. Abraham va provocándome para que vaya corriendo detrás de él. De repente, viene un coche muy rápido. Abraham está en el suelo. Sangrando. Lo han atropellado.
-¡¡¡¡Abraham!!!! –grito asustada.- ¡¡¡¡¡¡Abraham!!!!!!
La gente de nuestro alrededor se acerca.
-¡Llamad a la ambulancia! ¡Está perdiendo sangre! –dice Daniel.
-Madre mía, ¡¡¡Abraham!!! –dice Víctor.
Paula no dice nada, se le ve en sus ojos que está asustada y muy preocupada.
Estoy llorando. Cojo rápidamente el móvil de mi bolsillo. Me tiemblan las manos, casi me cae el móvil al suelo. Llamo a la ambulancia y solo tarda 3 minutos en venir.
Abraham está inconsciente. Lo suben a la ambulancia y subo yo para estar con él, pero necesito que me acompañe uno de los chicos. Finalmente se viene conmigo Daniel. Llamo a Jacobo y Tony para que recojan a Víctor y Paula para ir al hospital.
-Qué fuerte, qué fuerte. ¿Por qué me ha pasado esto a mí? ¿Por qué? ¿Por qué a mí? Seguro que el asqueroso ese estaba bebido o drogado porque se ha ido cómo si no hubiera pasado nada –digo llorando.
Estoy que no me creo lo que acaba de pasar. Es muy traumático. Todo esto ha pasado en menos de 5 mintuos. No puedo dejar de llorar.
Daniel me consuela.
-Tranquila Sara, tranquilízate, por favor. No va a pasar nada, Abraham se va a poner bien. Te lo prometo –dice con lágrimas en los ojos.
-Pero…
-Shh, no digas nada –me interrumpe.- Se va a recuperar.
Llegamos al hospital, yo no puedo casi ni andar. Necesito estar cada segundo al lado de Abraham, para que se ponga bien. Los doctores nos piden a Daniel y a mí que por favor nos quedemos fuera de la habitación. Yo no quiero, pero tendré que hacerlo. Debo hacer caso a los médicos para que todo salga correctamente.
Llegan Tony, Jacobo, Víctor y Paula. Me ven llorar.
-¿Dónde está? ¿Está bien? ¿Qué ha pasado? –pregunta Tony, intranquilo. Está en el mismo estado que yo, nervioso y llorando.
-Está ahí dentro –señalo la habitación.- Nos han pedido que nos quedemos fuera.
Mi cuñado, Tony, se sienta a mi lado y me abraza.
-Llora todo lo que quieras –dice mientras él también llora.- Desahígate.
Pasa una hora, estamos todos desesperados. En mi mente recorren todos los recuerdos que tengo con Abraham. Trato de tranquilizarme y pensar en positivo. Va a estar bien. Va a estar bien. Va a estar bien.
De repente, sale el doctor de la habitación. Nos levantamos todos de golpe. Asustados.
-Está en coma. No sabemos cuándo despertará. No tiene fracturas muy graves, podría ponerse bien. Si se despierta, ya no habrá problema. De momento, deberéis esperar.
¿Y si no despierta?
-Ey, chicos, ¿queréis que vayamos al cine?
-Buena idea –decimos en general.
Nos duchamos, nos arreglamos y nos vamos al cine.
-¿Qué película queréis ver? –dice Daniel.
-Yo quiero ver la película que quiera mi chica –dice Abraham.
Qué tierno que es.
-Yo quiero ver una de amor –digo.
Todos quieren ver una película de amor.
Entramos y nos sentamos en este orden: Daniel, Paula, Víctor, yo y Abraham.
Abraham me coge de la mano.
-No quiero soltarte en toda la película –dice susurrándome al oído.
-Yo tampoco, no te voy a soltar.
Me voy acercando poco a poco a Abraham hasta que finalmente apoyo mi cabeza en su pecho.
-La película es preciosa –dice.
-Sí, me encanta.
Me levanta la cabeza y me mira. Baja la vista hasta mis labios y luego la sube hacia mis ojos. Me sonríe. Me da un beso tierno y desencadena en un largo beso de más de un minuto. Cierro los ojos y disfruto de la ocasión.
-No quiero dejar de besarte –dice.
-Yo tampoco. Te amo -digo, y le beso.
Llevamos ya una hora y media de película. Víctor empieza a hablarme. Parece que Abraham se pone celoso.
-¿De qué habláis? –pregunta.
-De la película –dice Víctor.
La verdad es que no sé de qué me estaba hablando, porque no le estaba prestando mucha atención. Quería enterarme de la película y me sabía mal decirle que callara.
-¿De verdad estabais hablando de la película? –me dice Abraham al oído.
-No lo sé, la verdad –le explico lo que ha pasado.
-Ah, vale.
Finalmente se acaba la peli. Salimos y nos dirigimos hacia el hotel. Es tarde pero hay aún mucha gente por la calle. Cómo se nota que estamos en vacaciones. Abraham va delante con Víctor y Daniel, y yo voy con Paula detrás de ellos. Abraham va provocándome para que vaya corriendo detrás de él. De repente, viene un coche muy rápido. Abraham está en el suelo. Sangrando. Lo han atropellado.
-¡¡¡¡Abraham!!!! –grito asustada.- ¡¡¡¡¡¡Abraham!!!!!!
La gente de nuestro alrededor se acerca.
-¡Llamad a la ambulancia! ¡Está perdiendo sangre! –dice Daniel.
-Madre mía, ¡¡¡Abraham!!! –dice Víctor.
Paula no dice nada, se le ve en sus ojos que está asustada y muy preocupada.
Estoy llorando. Cojo rápidamente el móvil de mi bolsillo. Me tiemblan las manos, casi me cae el móvil al suelo. Llamo a la ambulancia y solo tarda 3 minutos en venir.
Abraham está inconsciente. Lo suben a la ambulancia y subo yo para estar con él, pero necesito que me acompañe uno de los chicos. Finalmente se viene conmigo Daniel. Llamo a Jacobo y Tony para que recojan a Víctor y Paula para ir al hospital.
-Qué fuerte, qué fuerte. ¿Por qué me ha pasado esto a mí? ¿Por qué? ¿Por qué a mí? Seguro que el asqueroso ese estaba bebido o drogado porque se ha ido cómo si no hubiera pasado nada –digo llorando.
Estoy que no me creo lo que acaba de pasar. Es muy traumático. Todo esto ha pasado en menos de 5 mintuos. No puedo dejar de llorar.
Daniel me consuela.
-Tranquila Sara, tranquilízate, por favor. No va a pasar nada, Abraham se va a poner bien. Te lo prometo –dice con lágrimas en los ojos.
-Pero…
-Shh, no digas nada –me interrumpe.- Se va a recuperar.
Llegamos al hospital, yo no puedo casi ni andar. Necesito estar cada segundo al lado de Abraham, para que se ponga bien. Los doctores nos piden a Daniel y a mí que por favor nos quedemos fuera de la habitación. Yo no quiero, pero tendré que hacerlo. Debo hacer caso a los médicos para que todo salga correctamente.
Llegan Tony, Jacobo, Víctor y Paula. Me ven llorar.
-¿Dónde está? ¿Está bien? ¿Qué ha pasado? –pregunta Tony, intranquilo. Está en el mismo estado que yo, nervioso y llorando.
-Está ahí dentro –señalo la habitación.- Nos han pedido que nos quedemos fuera.
Mi cuñado, Tony, se sienta a mi lado y me abraza.
-Llora todo lo que quieras –dice mientras él también llora.- Desahígate.
Pasa una hora, estamos todos desesperados. En mi mente recorren todos los recuerdos que tengo con Abraham. Trato de tranquilizarme y pensar en positivo. Va a estar bien. Va a estar bien. Va a estar bien.
De repente, sale el doctor de la habitación. Nos levantamos todos de golpe. Asustados.
-Está en coma. No sabemos cuándo despertará. No tiene fracturas muy graves, podría ponerse bien. Si se despierta, ya no habrá problema. De momento, deberéis esperar.
¿Y si no despierta?
OMG !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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no puedo soportarlo mas me e puesto a llorar, ya se que es mentira pero no puedo si le pasara eso me moriria yo :'(:'(:'(
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